Bombas para fosas con grandes sólidos en suspensión, ¿sumergir o aspirar desde arriba?

Las bombas sumergibles son empleadas, principalmente, por su facilidad de instalación. Sin embargo, los fluidos donde se sumergen estos equipos suelen contener partículas en suspensión y trazas de líquidos corrosivos que debilitan el sello mecánico, que separa la parte hidráulica del motor eléctrico. Cuando falla el sello mecánico, ingresa el fluido al motor generando la falla instantánea de la bomba. El costo de reparación del equipo, en estos casos, puede ser hasta el 60% del valor de una bomba nueva. Por estos motivos, muchos usuarios que se encuentran en búsqueda de una alternativa más confiable y de menor costo, evalúan la adquisición de bombas centrífugas autocebantes.

 

 

Estos equipos ofrecen los siguientes beneficios:

Seguridad: la bomba completa y el motor eléctrico se encuentran montados por fuera del fluido.

Confiabilidad: el sello mecánico está diseñado para el manejo de fluidos sucios con baño de lubricante, independientemente de la condición del fluido bombeado. Permite la instalación con elastómeros especiales a fin de lograr compatibilidad química con el fluido.

Resistencia química: las partes húmedas de la bomba pueden ser revestidas con cerámica o directamente en material inoxidable o dúplex.

Tiempo: en caso de requerir limpieza o revisión por sólidos, se puede acceder a la bomba sin tener que retirarla de su posición. En el caso de las autocebantes, estas tienen una tapa frontal que permite llegar al impulsor de la bomba.

Un ejemplo de este tipo de bombas es la Toro E, de la que puede conocer más información ingresando a la sección Productos.