Las pulsaciones se transmiten al sistema y son percibidas como “golpes en la cañería” o ruidos. En muchos casos, generan daños en la tubería, instrumentos y hasta reducen la vida útil de los elementos de desgaste de la bomba. Si bien la pulsación es producto de las características del equipo de bombeo, el sistema donde descarga la bomba es lo que determina si las pulsaciones generan problemas o no. Lo ideal es dotar al sistema con la capacidad de absorber las pulsaciones o, al menos, minimizar los efectos de estas.’
En el caso de una bomba centrifuga a 2900 rpm, la frecuencia de las pulsaciones es tan alta que el impacto sobre el equipo o el sistema es mínimo. Podemos decir que las bombas centrífugas no tienen problemas de pulsaciones. Si hablamos de bombas de desplazamiento positivo reciprocantes o alternativas, suelen tener una frecuencia de emboladas o pulsos muy inferior a las centrífugas y, al contar con un gran desplazamiento por embolada, generan una pulsación importante.
Las pulsaciones o “vibraciones” generadas a medida que una bomba imparte energía a un fluido existen en todo tipo de bomba. Repasemos los efectos y formas de reducir el impacto en algunos diseños de bombas típicos:
Bombas neumáticas a diafragma
Las bombas neumáticas a doble diafragma muchas veces son instaladas como equipos auxiliares de transferencia y, en ocasiones, se descuida la correcta instalación y disposición en el entorno de trabajo. En operación normal, generan altas pulsaciones. Por otro lado, cuando son instaladas descargando a cañería rígida, generan pulsaciones cuyos efectos son los siguientes:
– Producen vibraciones en la bomba y la cañería, causando fatiga en las uniones y eventualmente rotura.
– Reducen la vida útil de las válvulas y los asientos de descarga de la bomba.
– Pueden dañar instrumentos de medición como manómetros o caudalímetros.
Una forma de reducir los efectos de la pulsación de las bombas neumáticas a doble diafragma es a través de la instalación de un tramo de manguera flexible en la descarga de la bomba. Este tipo de solución puede llegar a disminuir las pulsaciones hasta un 20 a 30%.
Otra manera de reducir las pulsaciones casi por completo en una bomba neumática es con la colocación de un amortiguador de pulsaciones (80%-90%). Este elemento se instala en la línea de impulsión del equipo donde absorbe el volumen desplazado por la bomba neumática y actúa de manera compensatoria logrando una operación sin pulsaciones.
Bombas a pistón
Las bombas a pistón generan una pulsación similar a las neumáticas, pero con una frecuencia mayor. Las altas presiones de este tipo de equipos tienden a eliminar la posibilidad de incorporar una manguera flexible en la descarga como solución. En estos casos, se pueden instalar amortiguadores de pulsaciones de alta presión, de diseño estándar hasta casi 700 bar.
Bombas peristálticas
Por último, las bombas peristálticas industriales a manguera generan pulsaciones que, muchas veces, aumentan debido a la viscosidad y alto peso específico del fluido.
La manguera flexible, tanto en la impulsión como en la succión de la bomba, contribuye reduciendo y absorbiendo las pulsaciones generadas por este tipo de equipos. En ellos, los efectos de la pulsación sobre la vida útil del principal elemento impulsor (la manguera) son importantes. Para alargar su duración, es recomendable instalar un amortiguador de pulsaciones.